DonDiario Adiós a su sueño de jugar en el Real Madrid, 80 millones y hace las maletas
El jugador es madridista, pero al final está a punto de firmar por uno de los peores rivales del club blanco
A veces por mucho que uno lo desee, el destino no cede en su empeño de hacer lo contrario a lo que has soñado. En el mundo del fútbol suele ser algo habitual. La mayoría de los jugadores quisieran jugar en el equipo de sus sueños, pero ese tren, rara vez pasa.
El Real Madrid es uno de esos trenes, que salvo que te apellides Mbappé, solo pasan una vez, y a veces ni eso. Este es el caso de la estrella del Nápoles, Khvicha Kvaratskhelia. El delantero georgiano siempre se ha declarado madridista, e incluso ha reconocido que su ídolo es Guti. Sin embargo, y a pesar de su gran calidad, no parece haber estado en los planes del Real Madrid.
De soñar de blanco a la torre Eiffel
El verano pasado, tras la Eurocopa, Khvicha estuvo a punto de abandonar el cuadro napolitano. Pero su presidente, De Laurentis no dio su brazo a torcer, ya que tenía contrato en vigor hasta el 2027. Sin embargo, ahora el PSG ha vuelto con fuerza en este mercado de invierno a por el georgiano.
El cuadro de Luis Enrique quiere echar la casa por la ventana por el extremo de 23 años, y lo quiere para este mismo mes. Según publica el periodista Fabrizio Romano, el Nápoles pide algo más de 80 millones por el georgiano. Ambos conjuntos estarían manteniendo conversaciones para acordar el traspaso en los próximos días. El PSG no solo está dispuesto a pagar cerca de 90 millones por el extremo, sino que además le cuadriplica su salario actual.
El interés es tal del club que preside Nasser Al-Khelaifi, que desde Italia se filtra que podrían incluir a Milan Skriniar en la operación. El traspaso parece ser inminente ya que el Nápoles le busca sustituto en el mercado. Se habla de la cesión de Federico Chiesa desde el Liverpool, y del interés en Edon Zhegrova, extremo del Lille.
Khvicha Kvaratskhelia está a punto de dar el salto a uno de los grandes trenes del viejo continente. Aunque seguramente no será el que él hubiera deseado. Quién sabe si en un futuro el tren del Real Madrid llamará a su puerta.
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