
Gloria Camila confiesa su trauma desde pequeña y que fue lo que se lo provocó
Gloria Camila estuvo en el programa de Santi Acosta y Bea Archidona hablando de su vida e infancia
Gloria Camila Ortega Cano es ahora, una figura en el mundo del entretenimiento. La cadena Mediaset la ha fichado. Es uno de sus nuevos rostros. La oportunidad llega tras la marcha de Isa Pi a TVE. La joven ha sido promocionada en el programa de Santi Acosta y Bea Archidona. Allí, ha abierto su corazón. Ha hablado sin filtros. Sin miedo. Sobre sus heridas y traumas. A sus 29 años, carga con mucho peso. La muerte de su madre. La prisión de su padre. Problemas que marcaron su vida.
Hace tiempo, Gloria decidió alejarse del foco mediático. Buscó ayuda profesional. Necesitaba entenderse. La psicóloga le diagnosticó un trastorno disociativo. Además, un trauma por el abandono. Ella misma explicó: “Llevaba mucho tiempo aguantando cosas. Era el momento en que mi padre estaba mal con Ana María. Todo lo que venía sucediendo, como las palabras de Kiko Jiménez, me sobrepasaba”. La situación le provocó un colapso. "Tenía un contrato cerrado, después de un concurso en el que participé. Pero decidí acudir a la psiquiatra. Ella me dio la baja médica. Ya no podía más".

Sus problemas de ansiedad aumentaron. La joven pensaba que estaba preparada para seguir. Pero no era así. La ansiedad la superaba. La impulsividad le causaba problemas. "Me metía en cualquier batalla. Gracias a las sesiones, aprendí a gestionar mis emociones. A tranquilizarme", confesó. La terapia le ayudó a entender que debe tomar las cosas con más calma. Decidió apartarse para cuidarse. Esa fue su decisión.
Uno de los temas que más le duele es su adopción
En sus sesiones, habla de ello con frecuencia. Recibe ataques en las redes sociales. La insultan por no ser su hija biológica. Le dicen cosas como: “¿Y dónde estarías si no te hubieran adoptado?”. Gloria no se rinde. Ella lucha por visibilizar. Quiere demostrar que todos somos iguales. Que el amor no depende de la sangre. "He sentido que me rechazaban en mi propia familia", explicó. La adopción fue un acto de amor. Ella misma contó cómo fue: “Cuando llegamos al orfanato en Colombia, supieron que tenía una hermana. Mis padres no quisieron separarnos. Me siento muy agradecida por eso”.
Su corazón también se llena de tristeza cuando recuerda a su madre. Es un momento emotivo. “Creo que una madre es fundamental. Cuando pasan cosas malas, me pregunto qué diría ella. Qué haría”, dijo entre lágrimas. La extraña en cada rincón de su vida. “Vivir sin ella en casa es muy difícil. Se nota mucho su ausencia”. Y afirmó con sinceridad: “Nada de esto habría pasado si ella estuviera aquí”.

Otro golpe importante fue el accidente de su padre. Cuando ella tenía solo 15 años. La familia sufrió mucho. “Sabíamos que su problema era grave. Intentábamos hablar con él. Pero éramos pequeños. No podíamos mucho”. Confesó que su padre siente culpa por lo ocurrido. "Él hubiera preferido ser quien muriese ese día".
La relación con Rocío Carrasco también sufrió un daño irreparable. “Al principio, hablábamos por teléfono. Yo conversaba con mis sobrinos. Pero luego, todo se fue enfriando”. No recibió noticias de su padre en el hospital. Solo supo que estaba allí. “Me hubiera gustado que nos llamaran. Que nos hubieran dejado ir a verlo. Pero nunca pasó”.
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