
El detalle de Doña Letizia en el Funeral del Papa que han comentado otras reinas
El protocolo de vestimenta en momentos de luto por la muerte del Papa es muy estricto
Doña Letizia, siguiendo las tradiciones, viste un atuendo negro sobrio. Complementa su vestimenta con la clásica mantilla. La mantilla simboliza respeto y solemnidad. Es un gesto habitual en actos religiosos de esta magnitud.
La despedida de Francisco será recordada por varias razones. Primero, por su carácter multitudinario. La ceremonia fue una de las más grandes en la historia reciente de la Iglesia. Segundo, por la imagen de unidad que transmitió. La jornada fue un símbolo de unión entre fieles y líderes mundiales. Marca el fin de una era para millones de católicos. Deja el legado de un Papa cercano, humilde y comprometido. Francisco conquistó corazones con su sencillez. Se dedicó a ayudar a los más vulnerables. Impulsó reformas en la Iglesia. Su figura será recordada por su autenticidad y su compromiso social.
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La emoción se respira en el ambiente. A las diez de la mañana, comienza el funeral. La ceremonia tiene lugar en la Plaza de San Pedro. El cielo está despejado. La plaza está llena de fieles. La muerte de Francisco fue el pasado lunes 21 de abril. Falleció a los 88 años. La causa fue un derrame cerebral. La Iglesia y el mundo le despiden con respeto y cariño.
El funeral sigue un protocolo muy riguroso. Respetando la figura del Papa. Se busca una transición ordenada en la cúpula de la Iglesia. Decenas de miles de personas acuden desde todos los rincones del mundo. No solo creyentes. También llegan reyes, jefes de Estado y delegaciones oficiales. Todos quieren rendir homenaje al Papa argentino. La presencia de líderes internacionales refleja la importancia de Francisco. Su influencia trasciende las fronteras religiosas.

Entre los asistentes más destacados están los reyes Felipe VI y Letizia. Llegaron a Roma el viernes pasado. La llegada fue cubierta por los medios de comunicación. La pareja real se desplazó a la embajada española ante la Santa Sede. A primera hora, se dirigieron a la Basílica de San Pedro. Allí presentaron sus respetos en privado ante el féretro. Luego, participaron en la ceremonia oficial en la plaza. Fueron acompañados por la delegación española. Incluía a la vicepresidenta María Jesús Montero, Yolanda Díaz, el ministro Félix Bolaños y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. Todos posaron juntos en una fotografía institucional. Después, se trasladaron al lugar de la ceremonia.
El funeral de Francisco, según sus propias instrucciones, fue sencillo. Quiso que su despedida fuera humilde y sin excesos. La ceremonia fue solemne, pero sobria. La sencillez fue su sello distintivo. La presencia de representantes de casas reales y líderes mundiales fue muy significativa. Todos unieron sus voces en un homenaje final. Las delegaciones estaban distribuidas en orden alfabético en francés. España quedó entre Ecuador y Estonia. Cada país tenía reservados dos asientos para sus representantes oficiales. Otros miembros, como Bolaños y Feijóo, estaban en filas posteriores.
La misa funeral fue muy emotiva y simbólica. La presidió el cardenal Giovan Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio. Asistieron patriarcas, cardenales, arzobispos y obispos. Muchos llevaban mitras de damasco blanco. El intenso sol dificultaba ver claramente los gestos. Algunos asistentes usaron gafas negras. La ceremonia fue marcada por la cercanía y la solemnidad. La homilía resaltó el legado del Papa argentino. Destacó su dedicación a los pobres y su espíritu de servicio. La misa incluyó lecturas y oraciones en honor a Francisco.

Tras la homilía, se realizó la 'Ultima commendatio'. Se pidió a Dios que acogiera el alma del Papa. El cardenal Re esparció agua bendita sobre el féretro. Luego, se cerró el acto. El féretro fue trasladado fuera de la basílica. Se colocó en el centro de la plaza de San Pedro. Sobre sus restos, se colocó el Evangelio. Se entonó el kyrie y se rezó en su honor. La ceremonia culminó con el toque de campanas. El féretro fue llevado al interior de la basílica. Allí será preparado para su traslado final.
El cortejo fúnebre partirá hacia Santa María la Mayor. Allí recibirá sepultura en una sencilla tumba. La inscripción será en latín: 'Franciscus'. La ceremonia será dirigida por Diego Ravelli. El sepulcro es una simple losa de mármol en el suelo. Francisco eligió esta basílica para su descanso final. Es un lugar que acoge a muchos papas anteriores. El cortejo atravesará Roma. Llevará el féretro, una caja de madera forrada de terciopelo rojo. La casulla púrpura y la mitra blanca acompañarán el recorrido. La despedida será un momento de profunda emoción y respeto.
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