Los medicamentos que usamos sin control en casa y que pueden causarte un infarto
Medicarnos sin control pone en riesgo nuestra salud. Es importante consultar a nuestro médico
La salud cardiovascular es un tema crucial en la medicina moderna, y el uso de ciertos medicamentos puede tener implicaciones significativas en nuestro bienestar cardíaco.
El Dr. Aurelio Rojas ha destacado, a través de su perfil de Instagram, medicamentos comunes que, aunque son ampliamente utilizados, pueden aumentar el riesgo de infartos.
El ibuprofeno, junto con otros AINEs como el naproxeno y el dexketoprofeno, es frecuentemente utilizado para aliviar el dolor y reducir la inflamación
Sin embargo, su uso prolongado o en dosis elevadas puede ser perjudicial. Según el Dr. Rojas, estos medicamentos pueden aumentar el riesgo de hipertensión, infarto, insuficiencia cardíaca e incluso ictus.
Los antibióticos son esenciales para tratar infecciones bacterianas comunes; sin embargo, algunos de ellos presentan riesgos significativos para la salud del corazón.
Si tú o algún miembro de tu familia tiene antecedentes de palpitaciones, taquicardia o problemas cardíacos, es crucial discutir con un médico. Hay la posibilidad de utilizar alternativas más seguras al prescribir antibióticos.
El omeprazol es comúnmente recetado para tratar problemas gastrointestinales como acidez estomacal, úlceras y reflujo gastroesofágico.
Sin embargo, su uso a largo plazo podría estar relacionado con un mayor riesgo de niveles bajos de magnesio en sangre, lo que a su vez puede provocar arritmias cardíacas.
No se debe usar omeprazol crónicamente sin prescripción médica. En caso de necesitarlo por un período prolongado, se recomienda considerar la suplementación con magnesio citrato o bisglicinato para mitigar posibles efectos adversos.
En concreto, la automedicación sin control médico o farmacéutico comporta una serie de riesgos para la salud. En la mayoría de los casos son desconocidos por los ciudadanos.
No se debe usar omeprazol crónicamente sin prescripción médica
- Toxicidad tales como efectos secundarios, reacciones adversas y en algún caso intoxicación.
- Falta de efectividad, porque se utilizan en situaciones no indicadas. Por ejemplo, la toma de antibióticos para tratar procesos víricos contra los cuales estos medicamentos no son efectivos.
- Dependencia o adicción.
- Enmascaramiento de procesos clínicos graves y consecuentemente retraso en el diagnóstico y tratamiento.
- Interacciones con otros medicamentos o alimentos que la persona esté tomando. Puede haber una potenciación o una disminución del efecto del medicamento.
- Resistencias a los antibióticos. El uso excesivo de antibióticos puede hacer que los microorganismos desarrollen mecanismos de defensa delante de estos medicamentos de manera que dejan de ser eficaces.
"Por ejemplo, cuando aparece una cefalea o dolor de cualquier tipo ya conocido por el paciente, se puede tomar medicación analgésicos. Mejor si ya han sido prescritos previamente por el médico en una situación previa similar".
Sin embargo, "si es una sintomatología nueva por muy leve que sea siempre se debe de consultar previamente a su médico correspondiente", asevera el especialista del Quironsalud Madrid. En caso de duda subraya que "siempre" hay que consultar al médico o al menos al farmacéutico.
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