Carlos Navarro, ‘El Yoyas’ manda una carta desde prisión y sigue acusando a Fayna

Después de un año y medio huido, por fin la policía, conjuntamente con los Mossos d’Esquadra, han localizado al “Yoyas”

Desde la prisión de Brians 2, y en el módulo de presos condenados por maltrato, ha enviado una carta exclusiva para el programa ‘TardeAR’, de Ana Rosa Quintana.

Como era de esperar ha atacado a su expareja Fayna, acusándola de haber impedido el contacto con sus hijos. Incluso les retiró los teléfonos antes del juicio que se celebró en 2020.

Una carta desde la cárcel

Carlos Navarro perdió la patria potestad de sus hijos cuando fue condenado. La carta empezaba asi: "Hola. Aún es pronto para saber cómo estaré aquí porque la condena es elevada. He hablado con el psicólogo y la asistenta social y me decían que lo mío era para un tercer grado directo, pero claro, si hubiera entrado el primer día".

"En 2017 tenía a mis hijos que cuando me decían de hacer actividades, no podía. La depresión no me dejaba actuar, y con esta condena y quitándome la patria potestad, yo doy por perdida la relación con mis hijos".

"Ahora ya no me esperan, y creo que nunca me esperarán, ese es el desgarro. Eso sí, tengo apoyo de mi familia y sin ellos, lo demás no importa", y se despide con un 'gracias', y con su nombre y apellido.

No hay arrepentimiento

Beatriz Archidona,  presentadora del programa en sustitución a Ana Rosa Quintana durante el verano, ha destacado la necesidad de proteger a los hijos de maltratadores, evitando que sigan patrones de conducta nocivos. 

"Se suele apartar de los maltratadores de sus hijos porque se puede dar el caso de que ese modelo de comportamiento sea un ejemplo para ellos  y para evitar que los niños sufran episodios de depresión y ansiedad.  Es decir, que no se les aparta porque les dé la gana a los jueces" afirmo.

El colaborador Manu Marlasca ha destacado la falta de arrepentimiento en la carta. "No invoca el perdón de nadie",  aclaró.

Beatriz Archidona añadió:  "Me llama la atención que habla de una condena alta. No hay condena más dura que la de Fayna, que ha estado viviendo durante años sabiendo que su maltratador había huido y que podía aparecer en cualquier momento" acabó.