
Enfado monumental en el Real Madrid, Competición se la vuelve a jugar
El club blanco no puede creerse la última determinación que ha tomado Competición
Cuando el Real Madrid envió una carta a la RFEF pidiendo una renovación integral del sistema arbitral, se quedó corto. Los distintos raseros a la de juzgar al club blanco y a otros equipos ya no solo alcanzan al CTA. Ahora también lo demuestra el Comité de Disciplina de Competición.
Aún colea la expulsión que sufrió el inglés Jude Bellingham ante Osasuna en El Sadar. Roja directa por entender el árbitro un insulto en inglés hacia su persona, y que recogió en el Acta. Algo que el Real Madrid demostró en su apelación que no era correcto, y que por tanta el Acta no decía la verdad. Sin embargo, en una polémica decisión, el Comité de Disciplina acordó sancionarle con dos partidos por desprecio al colegiado. Incluso reconociendo que el acta no era fiel.

Competición se ‘ríe’ del Madrid
Ahora, el doble rasero del Comité ha salido a la luz con la apelación de otra expulsión de un jugador. En el partido Real Betis-Getafe, el verdiblanco Antony, fue expulsado por roja directa por una entrada por detrás a Juan Iglesias. El jugador brasileño se enfrentaba a una sanción de dos partidos, lo que le hubiese impedido jugar contra el Real Madrid este fin de semana.
Sin embargo, Competición ha admitido la reclamación del Betis que alegaba la incorrecta redacción del acta. Según esta la roja fue "por entrar por detrás a un adversario sin posibilidad de disputar el balón, utilizando fuerza excesiva". Y el equipo verdiblanco alegó que en realidad la acción no se produjo tal y como recoge el acta. La solución, estimar la reclamación y dejar sin efectos la suspensión.

El enfado en el Real Madrid es monumental. Pero no porque Antony pueda o no jugar contra los de Ancelotti. El enfado es porque la base de la reclamación es la misma que la de Jude Bellingham, la incorrecta redacción del Acta. Sin embargo al inglés le han caído dos partidos de sanción, y el jugador del Betis se ha librado. Un doble rasero que preocupa en Valdebebas.
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