Sara Carbonero e Iker Casillas dan un urgente e inesperado comunicado

De forma sorprendente e inesperada, Sara Carbonero e Iker Casillas han sacado un comunicado conjunto.  La ex pareja ha publicado en sus redes un comunicado que hace relación a sus hijos, Martín y Lucas.

Al parecer, todo viene por la noticia surgida en torno al uso del apellido Carbonero en lugar del de Casillas en las camisetas que de los niños en las categorías inferiores del Real Madrid. Un extremo que ha salido a la luz estos días y que al parecer no ha sentado nada bien a la expareja, ya que han emitido un contundente comunicado al respecto.

Un duro comunicado para defender a sus hijos

“Nunca solemos pronunciarnos sobre nada que tenga que ver con nuestra vida personal y así seguirá siendo”, comienza el comunicado.  “El motivo que nos lleva a escribir estas líneas es pedir encarecidamente a quien corresponda que se deje de hablar inmediatamente (mención aparte la ligereza y desinformación con la que se está tratando el tema) de nuestros hijos menores de edad, en medios públicos”.

El ex deportista y la periodista explican que, “Solo pedimos respeto. Tanto Iker como yo estamos unidos y alineados en todas las decisiones importantes así como en la educación y protección del bienestar de los niños, de 8 y 10 años, edades donde se forma su personalidad y su autoestima siendo totalmente contraproducente que se tengan que ver expuestos a algo así”.

El comunicado continúa, “El motivo de saltarnos este 'código' que siempre hemos elegido, el del silencio, no es ya solo por la tergiversación, la especulación grave y las barbaridades que tenemos que escuchar, sino porque hablamos de dos menores, vulnerables, que no tienen nada que ver con este mundo más allá de ser hijos de quienes son”, han explicado.

Asimismo Sara e Iker advierten de que “es muy peligroso jugar con estas cosas para luego llevarnos todos las manos a la cabeza con temas realmente graves, como son el bullying y el acoso escolar y en cualquier otro ámbito”. Para cerrar el comunicado advierten de que el siguiente paso serán las acciones legales, y zanjan el texto con un contundente, “Los niños son sagrados. Los niños no se tocan. No todo vale”.