Maite Galdeano se arrastra para que Sofía Suescun la perdone
La madre de Sofía Suescun ahora recula y se arrastra para que su hija la perdone
La guerra desatada el jueves entre Maite Galdeano, su hija Sofía Suescun y su pareja, Kiko Jiménez, ha tenido un nuevo y rocambolesco capítulo de manos de la madre de la influencer.
Tras denunciar Maite que la habían echado de casa, su hija reaccionaba con un comunicado en redes donde desvelaba la insoportable situación que mantiene conviviendo con su madre. Mientras, Kiko acudía a su programa como colaborador y daba su propia versión, mientras Maite lo criticaba duramente a través de sus redes.
No obstante, con el paso de las horas parece que la madre de la superviviente ha debido reflexionar y parece que ahora quiere dar un paso atrás, aunque ahora parece que ya es un poco tarde.
Maite reaparece para pedir perdón
Maite ha reaparecido en ‘TardeAR’ totalmente rota y lanzando un ruego desesperado a su hija. Tras dos semanas sin hablarse con su hija, ahora recoge cable y reconoce que “Estoy fatal, estoy fatal”, visiblemente superada por la situación. Galdeano aprovechó para lanzar un ruego a su hija: “Sofía, por favor, perdóname. No puede vivir sola”.
La 'elegida de Dios' no ha dudado en arrastrarse hasta cotas poco creíbles para conseguir el perdón de su hija. “Solo quiero estar con los gatitos, barrer la casa y hacer la comida. Lo que hacía yo, Sofía”. Y que está dispuesta a cambiar, “A hacer lo que quieras. A que me piséis la cabeza, de verdad. Solo quiero estar con mis perros y mis gatos”. Incluso rogó a las ‘altas esferas’ para que intervinieran. “¿Pero esto qué es, Sofía? Le pido a Dios que te metas en la cabeza de Sofía y que le digas que me perdone. Que me acepte en casa como siempre, por favor. Que me levante le castigo”.
A pesar de este súbito cambio, Maite ha vuelto a dejar su zasca correspondiente a su yerno, Kiko Jiménez. “A él le pica que es mi niña. Es mía y eso a él le mata. Es mía, es mía, yo la he parido y es mi hija. No es de él y eso a él le repatea”, afirmaba sin poder contener el llanto.
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