Isa Pantoja habla de su intento de suicidio tras un duro episodio con su madre
Cantora, o la casa del terror. Si las paredes hablasen...
En ‘¡De viernes!’, Isa Pantoja, vio un vídeo que la paralizó. Santi Acosta le preguntó si estaba bien. Isa le respondió: "Quiero hacerlo, pero quiero que tengáis paciencia conmigo".
Su familia le había prohibido tener un móvil, cuando descubrieron que tenía novio. Isa tenía 16 años.
Isa cuenta que, en noviembre ya tenía móvil y quedó con ese chico. Su hermano llamó a su madre y le cuenta que Isa había visto a este chico.
Su madre, la insultó porque supo que Isa Había llevado a ese chico a casa de su hermano, sin su consentimiento. Mientras contaba esto, Isa no pudo parar de llorar.
Isa asegura que, realmente el cabreo de su madre era por el móvil y explica que lo tenía escondido en unas botas de pelo y suponía que no iban a encontrar.
"Empezó a zarandearme. Como ve que no le voy a dar el teléfono le dijo a una amiga que le diera las tijeras de la cocina. Yo empiezo a dar vueltas en la mesa, ella en una esquina y yo en otra. Yo pensé que no me iba a cortar, pero la vi capaz, vi tanta rabia…", explicó.
Los tertulianos de ‘¡De viernes!’, no podían creer lo que estaban oyendo, sus caras lo decían todo. Empatizaban con el dolor de Isa.
Es un clan dominado por la soberbia y una honra que parece de la Edad Media
Isa, continuó con su relato. Explicó que estaba todo oscuro, corrió y se escondió en un rincón del vestíbulo.
Su madre la arrinconó, la cogió por la cara, pero después no se resistió. Sabía que, si no paraba ella, podría pasar algo muy grave, y añadió: “Estaban todos”.
Le cortó el pelo y le dijo algo que, según Isa no puede contar. Gritando le decía: 'Te voy a devolver a Perú’.
Llamó a Kiko, y tardo 50 minutos en llegar. “Es imposible que me esté cortando las venas tanto tiempo como él cuenta. Yo solo decía que me quería morir y que me quería ir. Él abrió la puerta y me dio una bofetada", contaba mientras lloraba desconsoladamente.
"Salí de Cantora al porche, desesperada. Yo me paré en la cancela sin saber qué hacer", ha añadido, volviendo a llorar. "Me daba miedo porque nadie me iba a creer, yo no sabía que era tan grave lo que me había hecho, pero que lo contara era peor" finalizó.
Isa vivió una experiencia que nadie debería vivir. Aunque lo más preocupante es que nadie pague por lo que hizo.
Juanfran Velasco, experto en comunicación se ha manifestado. "Por lo tanto, el menosprecio y que la vida siga, como si nada, es lo peor que puede pasar ahora”
“Solo el perdón y el reconocimiento de los hechos puede dar un giro a la historia. Aunque es difícil en un clan dominado por la soberbia y una honra que parece de la Edad Media”. finalizó.
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