La dolorosa carta de Sara Carbonero: relata lo que está viviendo
La periodista ha compartido con sus seguidores una profunda reflexión acerca de su situación personal en este momento
La semana pasada la periodista, Sara Carbonero, preocupó mucho a sus seguidores al publicar una imagen en sus redes sociales, donde se veía una habitación de hospital acompañada del texto "Las mañanas de hospi dan para mucho", sin dar más explicaciones.
Enseguida se especuló con que la ex de Iker Casillas estaba de visita, puesto que señalaron que fue su madre la que estuvo ingresada en la Clínica de Navarra. Pero la periodista parece encontrarse en un momento de reflexión interna en su vida, ya que ahora ha compartido una emotiva carta a través de sus redes, con una profunda reflexión acerca de los últimos años de su vida, en los que, entre otras cosas, le diagnosticaron de cáncer en 2019.
Un relato de vida
Así la periodista, con un álbum de fotografías en las que se le puede ver disfrutando de las pequeñas cosas y de su familia, pasando unos días en su pueblo, Corral de Almaguer, comenzaba la publicación reflexionando, “De todos los viajes que podemos hacer, el más intenso, profundo y necesario siempre será hacia nosotros mismos. Hacia esos sitios donde convergen pasado, presente y futuro. Donde se enredan y entrelazan en esa trenza imaginaria que atrapa el dolor. Ese dolor que, en ocasiones, sumado a todo el ruido que enfrentamos cada día no nos deja ver lo esencial”.
El pensamiento lanzado al aire por Sara continuaba, “Se nos olvidan los lugares o personas que silenciosos/as están pero nunca piden. Se nos olvida buscar las grietas por donde entra la luz. Hay muchas, pero hay que saber verlas. Y tener paciencia”. La periodista explicaba cuáles son esas ‘grietas’, “Hijos con los que ya puedes tener conversaciones de adultos y pedirles consejos, una abuela a la que se le va olvidando nuestro nombre pero no nuestras historias de cuando éramos niñas. Es lo más salvaje que podemos vivir. Es la aventura. Es la vida. Unos ojos a los que poder mirar fijamente y decir libremente cómo te sientes. O que no haga falta. Gente que abraza tu vulnerabilidad cuando la sacas a pasear. Lazos irrompibles, raíces y alas”.
Para terminar la reflexión, la periodista ha dado gracias a la vida a pesar de los malos momentos, “Gracias, vida, porque aunque estos años no me estás dando mucha tregua y me estás retando fuerte, el aprendizaje no sería el mismo sin tanta piedra en el camino ni mi nivel de conciencia tampoco. Aceptar, abrazar, transitar, no esquivar. Creo que nos vamos entendiendo. Verano 2024.”
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