El castigo que le ha impuesto Pilar Rubio a sus hijos desde hace 8 meses
Al principio se enfadaron, pero ahora ya están acostumbrados
Beatriz Cortázar, entrevista a Pilar Rubio y le pregunta cuál es el secreto de su matrimonio. “Se trata de admirarse, apoyarse y ser independientes y mantener el vínculo sentimental porque nos queremos por amor, nunca por obligación”.
Beatriz le comenta que dicen que su marido ha rechazado una oferta para ir a Egipto. “Pues no me he enterado, pero ya sabes que no suelo hablar de sus temas”.
“La verdad es que no me inquieta nada porque lo único que importa en la vida es estar sano y poder hacer todo lo que deseas. Intento relativizar todo y te aseguro que no me crea ansiedad pensar donde viviremos”.
“A mí me inquieta si le veo a mi hijo un lunar nuevo y voy al médico. Esas otras historias son cosas menores. Además, ahora he aprendido a no desempaquetar mucho”.
“He sido muy feliz en París y también en Sevilla. En este momento vivimos en Madrid y todo en orden con los niños en el colegio y sin ninguna queja”, afirma.
El 'castigo' de Pilar a sus hijos
Pilar ha explicado lo que les aconsejaría a unos novios de cara a su boda. “Que les dijeran a los invitados que dejaran los móviles en la puerta y disfrutaran hablando, mirándose y bailando”.
“Tengo amigas que lo han hecho y están súper contentas. Es como volver a la realidad, al momento analógico que para estos momentos tan importantes es muy aconsejable” explica.
“Mis hijos llevan ocho meses sin pantallas en casa. Hubo un momento que me preocupé porque veía que preferían estar cada uno con su Ipad en vez de estar interactuando entre ellos”, ha contado.
“Entendí que debía cambiar algo porque no podía ser que cada vez que fueran a casa de un amigo se llevaran el Ipad. Eso se acabó. Ahora, niño que viene a mi casa sabe que no hay pantallas”.
“Te diré que ahora juegan más, salen al jardín a buscar piedras, bichitos… ven la realidad tangible. Me gusta la tecnología y en el colegio se usa para ciertas actividades”.
Y añadió: “Pero no para todo. Hay que llegar al equilibrio. Al principio se enfadaron, pero ahora ya están acostumbrados”, finalizó.
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