Adara Molinero a lágrima viva cuenta cómo trató de volver con Rodri: 'me arrastré...'

La exconcursante de Supervivientes  abrió su corazón y compartió un momento muy doloroso de su vida. Tras regresar de Honduras, Adara quiso retomar su relación con Rodri Fuertes. 

Un episodio de su vida que hasta ahora era desconocido. Adara y su madre Elena  están utilizando el video podcast como forma no solamente de darse a conocer. También para expresar cosas muy íntimas como ha sido en esta ocasión.

Entre lágrimas y acompañada de su madre, Elena, relató cómo intentó acercarse a él.  "Cuando volví, le busqué y le llamé. Me entró la locura. Solamente quería mandarle canciones, quería que fuera él", confesó, visiblemente afectada.

El resultado no fue el que esperaba. Rodri ya había comenzado una relación con  Marta Castro. Según Adara, él decidió mantenerse fiel a su nueva pareja.  "Él respetó a la persona con la que está", explicó, aunque eso la dejó sintiéndose "ridícula y humillada".

Adara, llorando, explica como quiso volver con su ex pareja

"Me arrastré", admitió la exazafata, recordando las noches que pasó llorando por él. Su dolor era evidente al confesar: "Me di cuenta de que no me había elegido".

Elena, su madre, trató de consolarla. Con palabras llenas de cariño y comprensión, le dijo:  "No te quiero ver así. No es ridículo. Te dio un bajón y llamaste a la persona que querías. Ya está. Eso no es estar humillada. ¿Quién no ha hecho estas cosas por amor? (Rodri) no era para ti".

La experiencia dejó una huella en Adara. Aunque el intento de recuperar la relación no tuvo éxito,  la reflexión de su madre le permitió mirar el pasado con otros ojos.

Este capítulo de su videopódcast muestra una faceta muy humana de Adara. Su valentía para hablar de sus emociones y errores conecta con muchas personas que han vivido situaciones similares.

Con esta revelación, Adara no solo expone su vulnerabilidad. También demuestra que los momentos difíciles son parte del camino hacia la superación personal. Y que incluso los capítulos más dolorosos pueden convertirse en lecciones de vida.