El impactante cambio de imagen de Ángela Dobrowolski en el juicio de su ex marido
Ha dado comienzo el Juicio a Angela Dobrowolski por el intento de asesinato a Josep Maria Mainat
El juicio a Angela Dobrowolski, acusada de intentar asesinar a su exmarido, Josep Maria Mainat, comenzó este lunes en la Sección 20 de la Audiencia de Barcelona y se extenderá hasta el miércoles. En la primera sesión, el productor de televisión expresó la dificultad que tiene para aceptar lo sucedido: "Si este tribunal la condena, va a ser uno de los días más tristes de mi vida".
Dobrowolski, acusada de intentar asesinar a Mainat en 2020 con una inyección de insulina, presentó una imagen impactante en el banquillo de los acusados. La alemana, con quien Mainat tiene dos hijos, Jana y Joan Ramon, apareció con el pelo teñido de rosa fucsia. Fue trasladada desde la prisión de Brians, donde está interna desde el viernes tras intentar una fuga fallida de la cárcel de Wad-Ras.
Una imagen muy diferente
En su declaración, Mainat mostró una actitud compasiva hacia la acusada y la miró al inicio de la vista oral: "Quiero pensar que se arrepintió e intentó solucionarlo, pero no lo sé", dijo. Recordó que la noche de los hechos le dijo a una empleada de hogar, mientras recibía atención de los servicios de emergencia, que Dobrowolski había intentado matarlo: "Ella me ha querido matar".
Mainat relató que le sorprendió que Dobrowolski insistiera en ponerle dos inyecciones más de un medicamento que tomaba habitualmente, pese a haberle administrado una dosis la tarde anterior. La fiscalía acusa a Dobrowolski de intentar asesinar a su exmarido la noche del 23 de junio de 2020, inyectándole insulina para provocar una hipoglucemia mortal. La fiscalía pide 16 años de prisión para ella.
Mainat detalló que la tarde anterior discutieron porque él le comunicó su intención de divorciarse, lo que la dejaba fuera de la herencia, y que ella reaccionó alterándose mucho: "Eso le sentó muy mal, entró en estado de pánico". Semanas antes, Mainat descubrió que la acusada se había reenviado correos electrónicos personales suyos sobre el reparto de la herencia, en los que se especificaba que ella quedaría excluida en caso de divorcio.
Durante la noche de los hechos, tras una tarde de discusiones, Mainat explicó que Dobrowolski "se calmó" y se ofreció a ponerle las inyecciones como había hecho en otras ocasiones. Mainat describió que las inyecciones se administraban mediante un lápiz que contenía una cápsula recargable, y que su exmujer le pinchó la tarde anterior.
Mainat recordó que Dobrowolski insistió en ponerle dos inyecciones a las dos de la madrugada, aunque él le dijo que no hacía falta. Unas horas más tarde, fue despertado por un enfermero de urgencias. Según la Fiscalía, Dobrowolski le despertó con el pretexto de inyectarle un medicamento para adelgazar, pero le administró insulina. Controló el nivel de azúcar en la sangre de su esposo hasta asegurarse de que sería "prácticamente imposible" que se recuperara y no hizo nada para revertir su estado hasta las 3:00 horas, cuando llamó a los servicios médicos de emergencia para "encubrir su comportamiento".
Mainat fue trasladado a un hospital por una hipoglucemia severa que lo dejó horas inconsciente o en semiinconsciencia. Los médicos le dijeron que había estado en peligro de muerte por la hipoglucemia severa, de la que finalmente se recuperó sin secuelas. Mainat admitió que le cuesta "mucho aceptar" lo sucedido, ya que estuvo muchos años casado con Dobrowolski y tienen hijos "maravillosos".
Pol Mainat, hijo mayor de Mainat y fruto de su relación con Rosa Maria Sardà, también declaró y explicó que le puso seguridad privada a su padre en el hospital para evitar que Dobrowolski se acercara. Sostuvo que su padre "tenía un guardia de seguridad en la habitación" para protegerle de la acusada, quien sometió a su padre a "maltrato psicológico" durante su relación. Pol también impidió que Dobrowolski viera a su padre cuando se presentó en el hospital.
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