
La Guardia Civil revela el único truco que existe para no dar positivo en alcoholemia
Existen muchos supuestos métodos para pasar un control de alcoholemia, pero solo uno funciona realmente
El consumo de alcohol y la conducción es la mezcla perfecta para tener un accidente de tráfico. Sin embargo, y a pesar de las numerosas campañas del Gobierno, los controles de alcoholemia siguen ‘cazando’ a conductores imprudentes. Unos controles para los que dicen existir muchos trucos que podrían librarte de ser detectado.
El consumo de alcohol es uno de los mayores factores de riesgo causantes de los accidentes de tráfico. Algo que se agrava cuando hay víctimas mortales, entre el 30-50%, el alcohol está detrás de la causa. Para evitarlo, las autoridades como la Guardia Civil realizan continuos controles de alcoholemia. Muchos creen que pueden engañar al alcoholímetro y librarse, pero la Guardia Civil lo ha aclarado. Solo una cosa funciona realmente.

La Guardia Civil explica el único método que funciona
La benemérita ha desmentido la mayoría de los supuestos métodos que evitan el dar positivo en un control. “Recuerda que ni el agua, ni el café, ni el dar saltos, ni el chicle de menta, ni las plegarias reducen la tasa de alcoholemia”. Hay que recordar que puede empezar a detectarse en la sangre a los cinco minutos de haberlo ingerido. Y que alcanza su máximo nivel entre los 30 y 90 minutos siguientes. Así, el desmentido de cada supuesto método es bastante simple.
Beber agua, no elimina el alcohol en sangre. Lo único que ayuda es a rebajar la resaca del día después. Igualmente, realizar ejercicio físico y sudar, no asegura la eliminación del alcohol en el organismo. Otros métodos como masticar grano de café, chicle o caramelo, no eliminan tampoco el alcohol, si acaso suavizan el aliento.
Asimismo esperar dos horas para conducir tampoco es una solución. El hígado es capaz de metabolizar 0,12 g/l de alcohol cada hora. Por lo que depende de lo se ingiera, dos horas no será suficiente. Por otro lado, los protectores de estómago, beber leche o aceite, tampoco hacen que desaparezca el alcohol en sangre. Igual que soplar con la lengua hacia atrás, no sirve de nada. Y estos son los más ‘normales’, hay quien aboga por masticar césped, chupar la batería de un móvil o una moneda de cobre. Mitos que pueden provocar un verdadero problema de salud.

La tasa de alcoholemia es de 0,5 gramos por litro de sangre o 0,25 miligramos por litro en aire espirado. Y 0,3 g/l o 0,15 mg/l para noveles y profesionales. Unas tasas que están muy próximas a reducirse aún más con la reforma de este año. La tasa de alcoholemia pasará a ser de un máximo de 0,2 g/l en sangre y 0,1 mg/l de aire espirado.
Está claro que el único ‘truco’ que funciona es no ingerir ni una sola gota de alcohol. El resto son meros mitos.
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