En el Real Madrid, a las alturas de curso por las que atravesamos, cada petición de Zinedine Zidane es un conflicto. Primero fue con los cedidos, dónde la directiva cedió y vendió a Marcos Llorente al Atlético de Madrid (además de dar a Reguilón al Sevilla y a Ceballos al Arsenal, entre otros), y luego fue con Paul Pogba.
Con el mediocentro francés hubo mucha discusión. El técnico marsellés rechazó todos los nombres que estaban sobre la mesa y solo quiso a Pogba. El United aguantó y se lo quedó, a pesar de la voluntad del propio futbolista de Le Havre para salir de Old Trafford.
La directiva ya no se las pasa todas a Zidane
Cada petición, desde entonces, se analiza desde la propia directiva y se comenta entre el mismísimo Florentino y José Ángel Sánchez. Ambos llevan las directrices del club y lo ejecutan por el bien de la economía, como es el caso de Pogba, o por el bien de la propia plantilla (no desprenderse de los cedidos es otro ejemplo).
Isco, afectado, y en la polémica
Una de las últimas peticiones que ha hecho Zidane afecta directamente a las ventas que se darán en el mercado invernal. Allí, el Real Madrid espera sacar 80 millones de euros, mínimo, para ir a por el fichaje más deseado de todos, el de Kylian Mbappé. Y ahí entra en escena Isco.
Tiene cartel y la directiva le sigue queriendo vender
Isco Alarcón es uno de los pocos futbolistas que tiene ofertas sobre la mesa y que podría salir del club. El malagueño tiene cartel por Europa y equipos como el Manchester City ya han preguntado por él. Está en un proceso de lesión, actualmente, pero Zidane cuenta con él. Desde la directiva no y creen que pueden sacar mucha tajada por su salida en invierno. Zizou se niega y le quiere en su plantilla.