El miembro de la plantilla del Real Madrid que más feliz está con el fichaje de Eden Hazard por el club blanco es sin ninguna duda Thibaut Courtois, compatriota, ex compañero de equipo y gran amigo de Eden. Sin embargo, pronto se le puede borrar la sonrisa de la cara al ex del Atlético…
Una de las razones fundamentales por las que Zidane se llegó a plantear la opción de quedarse con Keylor Navas y prescindir de Courtois fueron los líos de faldas del belga, un asiduo de la noche madrileña en el pasado con algún remanente todavía en esos ámbitos… Y no quiere que arrastre a Hazard a esos mundos. (Lo primero que hizo Eden Hazard tras anunciarse su fichaje por el Madrid).
El caso Alba Carrillo aún causa consecuencias en el Real Madrid
Lo que sucedió hace unos meses con Courtois y Alba Carrillo sentó como un tiro a Zidane, que primero lo vio desde la distancia pero que pronto pudo comprobar cómo ese problema llegó muy adentro del vestuario y amenazó a su estabilidad. De hecho, fue perjudicial y participó en que el equipo no consiguiera levantar la cabeza.
La condición de Zidane para quedarse con Courtois
Zidane finalmente aceptó mantener a Courtois en el equipo, pero a cambio de que el guardameta se comprometiera a tener mucho cuidado con que sus asuntos personales no afectaran a la buena dinámica del grupo. Al entrenador francés no le gusta que cuestiones de cada futbolista puedan colarse en el vestuario y entorpecer el trabajo.
Y ahora que tiene por fin a su gran estrella a disposición, no piensa tolerar que se le vaya de los manos. Los informes que maneja el Real Madrid y particularmente Zidane sobre la vida de Hazard son impecables. Eden es un jugador muy profesional al que no le gustan en exceso las juergas y que suele estar centrado en el fútbol y en su vida familiar. Tiene la personalidad ideal. (La emocionante carta de despedida de Eden Hazard a la afición del Chelsea).
Pero eso no quita que pueda escoger un mal camino con el paso del tiempo, y Courtois puede ser una compañía ‘peligrosa’. Es cierto que ya coincidieron en Londres y ambos dieron un rendimiento brillante. Sin embargo, no es menos verdad que la noche madrileña tiene imán, mucho más que la noche londinense… Mucho ojo.