La amenaza de Luis Bárcenas que pende como una espada de Damocles sobre el PP tras la advertencia del extesorero del partido de tirar de la manta si su mujer, Rosalía Iglesias, entraba en prisión, no parece asustar mucho a la cúpula del Partido Popular, que al menos de puertas afuera muestra su tranquilidad ante lo que Bárcenas puede hacer o decir en el futuro.
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El fallo del Supremo en el que confirma 12 años y 11 meses de cárcel para Rosalía Iglesias implica inevitablemente que la mujer de Bárcenas entrará en prisión. Y Bárcenas ya filtró en el pasado el daño que podía causar al partido si eso ocurría aprovechando la información de primera mano de la que disponía acerca de los movimientos financieros del partido.
"Pablo Casado está tranquilo"
El portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida, ha asegurado este viernes que su formación no teme que el extesorero 'popular' Luis Bárcenas "tire de ninguna manta" si su mujer, Rosalía Iglesias, ingresara en prisión, y ha añadido que el presidente del partido, Pablo Casado, está "muy tranquilo".
"No tenemos miedo de que tire de ninguna manta, lo puedo garantizar. He hablado con Casado de diversos temas; lo he visto muy tranquilo y muy sereno de ánimo", ha manifestado el también regidor madrileño ante la prensa tras acudir un debate sobre 'Las APP en el fondo de reconstrucción europeo y financiación privada' organizado por el grupo PRISA.
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El Tribunal Supremo ha rebajado las penas de cárcel que deberán cumplir tanto Bárcenas como Rosalía Iglesias tras ser condenados por la primera época de las actividades de la trama Gürtel.
Así, Bárcenas es condenado a la pena de 29 años y un mes de cárcel frente a los 33 años y cuatro meses que fijó la sentencia de la Audiencia Nacional de mayo de 2018.
Por su parte, Rosalía Iglesias, que fue condenada por el tribunal de la Audiencia Nacional a 15 años y un mes de cárcel, ha visto reducida su pena de prisión a 12 años y 11 meses.
Esta rebaja de más de dos años no evitaría sin embargo que entrara en prisión a la espera de lo que resolviera el Tribunal Constitucional (TC) ante un probable recurso de amparo.