Tras más de tres años de frías relaciones con la Generalitat de Cataluña, Ximo Puig encontraba en Pere Aragonès un aliado para reestablecer las relaciones entre Cataluña y la Comunidad Valenciana.
Una idea que ha perseguido de forma constante el presidente socialista de los valencianos, y que se materializaba ya a finales de 2020 con una reunión entre ambos líderes, en la que se podría haber plantado la vía de diálogo a seguir por ambas comunidades autónomas en este 2021 y en adelante.
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"Nadie puede defender sus intereses en Europa de manera individual. Ni Cataluña, ni la Comunitat Valenciana, ni Madrid, aunque sus élites continúan pensando lo contrario" aseguraba el valenciano esa misma tarde, apostando así por una "Commonwealth mediterránea" entre ambas autonomías.
Alianza para cambiar España
"Valencianos y catalanes compartimos intereses y retos en España, en la Europa de las regiones y en la economía global; la vía valenciana va también de tejer alianzas fuera de casa".
Un planteamiento de Puig que se acerca, cada vez más, a los principios independentistas catalanes; eso sí, lejos de desafiar la soberanía española, el valenciano apuesta por una alianza 'mediterránea' con Cataluña para cambiar España desde dentro.
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"Las señales estan a la vista de todo el mundo: pulsaciones atávicas de un nacionalismo español que no es hegemónico, y aspiraciones nacionales en la periferia que tampoco son hegemónicas en sus territorios" señalaba Puig, que ha decidido marcar su objetivo político en conseguir "reinventar España" con el apoyo del nacionalismo catalán.