Vuelve uno de los programas musicales más renombrados de la televisión española, y vuelve con grandes cambios en su formato.
Lo más llamativo es el cambio de plató, que aumenta su tamaño hasta los 1.200 metros cuadrados, con 300 metros de pantallas LED.
Además, la escuela de los triunfitos incorpora un confesionario, al más puro estilo Gran Hermano, para que los participantes puedan hablar sin tapujos de compañeros y profesores.
Los espectadores podrán, además, estar siempre al tanto de lo que ocurra dentro de la Academia, ya que ésta contará con más de 50 cámaras.
Pero los cambios no sólo afectarán al 'look' del programa, sino que también estarán presentes en el procedimiento del mismo.
Sin límite de nominaciones
En esta nueva edición de OT, el número de nominados para salir de la Academia es infinito.
Es decir, que si todos los concursantes del programa fallan en la gala, todos ellos estarán expuestos ante el público para irse a casa.
También el triunfito elegido como 'el favorito' por la audiencia en cada gala podrá ser expulsado. (Un espontáneo le canta en directo las cuarenta a Sálvame por "la basura que echáis")
Cobrarán más importancia las actuaciones grupales, ya que desde el programa se quiere inculcar a los concursantes la necesidad de que haya un buen ambiente entre ellos.