La campaña electoral madrileña se ha visto empañada por el envío de una carta amenazante, con balas en su interior, al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; al líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias; y a la directora de la Guardia Civil, María Gámez. Desde Vox, Rocío Monasterio dice que no se lo cree.
La carta que han recibido los tres políticos les ha llegado con un mensaje: "Tienes 10 días para dimitir. El tiempo de reírte de nosotros se terminó. Policía Nacional, Guardia Civil. El tiempo lo tienes en contra para los taponazos". Y junto al mensaje, dentro del sobre, llegaban dos cartuchos del calibre 7,62x51 sin percutir.
Iglesias lo achaca al "discurso de odio de la ultraderecha"
Pablo Iglesias, en cuyo sobre había cuatro balas de Cetme, ha reaccionado acusando a la ultraderecha: "es una consecuencia más de la impunidad de su discurso del odio". Y ha rematado que "para ser demócrata hay que ser antifascista".
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En la carta que ha recibido Iglesias se podía leer: "Pablo Iglesias Turrión, has dejado morir a nuestros padres y abuelos. Tu mujer, tus padres y tú estáis sentenciados a la pena capital. Tu tiempo se agota". El líder de la formación morada ha indicado que no es la primera vez que recibe mensajes de este tipo.
Iglesias sostiene que esta acción es "otra consecuencia más de la normalización y el blanqueamiento del discurso de odio de la ultraderecha. Esto es consecuencia de la normalización mediática de bulos y mentiras contra nosotros. Y también es la consecuencia de la impunidad".
Y ha lamentado que "no ha habido ni un solo detenido por el atentado"en la sede de Podemos en Cartagena con un cóctel molotov. El ex legionario que disparó con fuego real contra fotos de miembros del Gobierno mientras reía frente a la cámara, se ha ido de rositas. No ha habido ninguna consecuencia para los militares retirados que hablaban de fusilar a 26 millones de españoles por rojos. ¿Cómo no van a sentir una impunidad absoluta como para enviarnos amenazas de muerte con balas de un fusil de asalto?".
Y asegura que estos mensajes también "están amenazando la democracia" y al derecho de los ciudadanos "a votar a quien te dé la gana y a ejercer tu libertad. Porque no nos atacan por quiénes somos sino por lo que representamos. Hoy soy yo pero, si continúan la impunidad y el blanqueamiento mediático de la ultraderecha, mañana serán otros compañeros".
Monasterio no se lo cree
Mientras la totalidad de los partidos políticos han mostrado su rechazo a estas cartas amenazantes, Vox, a través de Rocío Monasterio, ha puesto en duda su veracidad, entendiendo que el victimismo puede dar votos en la campaña electoral y que de esta forma la izquierda intenta sumar los apoyos que le faltan para gobernar en Madrid.
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Vox ha expresado que condena "toda la violencia", pero ha recordado que no todos condenaron lo ocurrido en Vallecas. En una entrevista en Radio Nacional ha dicho que "del Gobierno ya no nos creemos nada los españoles, nos han engañado desde el principio de la pandemia una y otra vez, engaño tras engaño, estamos cansados de que nos engañen sistemáticamente".
Y si no se cree al Gobierno, a Pablo Iglesias menos: "De Pablo Iglesias me creo poco, cada vez que vemos algo que dice Pablo Iglesias lo ponemos en duda, nos ha engañado".