‘La Casa de Papel’ se ha convertido en un auténtico fenómeno de masas. La prestigiosa serie producida por Atresmedia y Netflix se cuela también en la crisis de Cataluña.
Lo ha hecho de forma indirecta, a través de cuatro ciudadanos voluntarios, que se han propuesto dejar bien retratada la labor de Pedro Sánchez y de todo el Gobierno.
El grupo radical independentista, Arran tiró botes de pintura amarilla encima de la puerta del edificio en Sant Cugat en el que reside el juez Llarena.
En la madrugada se produjo un hecho insólito y es que hasta allí se desplazaron cuatro personas ataviadas con la famosa máscara de Salvador Dalí que utilizan en ‘La Casa de Papel’ para guardar el anonimato durante el robo a la Fábrica de Moneda y Timbre que planea El Profesor.
La asquerosidad que formaron los cachorros de la CUP ha desatado una pequeña batalla en redes sociales. Los de Arran mostraron con orgullo la pintada y contestaron al grupo constitucionalista:
"Nosotros solo vemos falta de apreciación por el arte combativo”, comentaban. Mientras, los ciudadanos anónimos que no son independentistas y que defienden la labor de Llarena espetaban que la culpa la tiene Sánchez: “Consiste en hacer lo que la administración todavía no ha hecho”.