Manifestantes de Francia, España y otros países han participado, hasta este viernes, en diversas charlas y talleres en ciudades como Ficoba e Irún. Posteriormente, todos ellos se han desplazado a Urrugne, en suelo francés, donde han colocado su campamento anticumbre.
Desde este campamento comenzarán hoy las manifestaciones contra la cumbre del G-7, con una marcha que irá desde Hendaya hasta Irún. El domingo también están previstas varias concentraciones cercanas a Biarrtitz, lugar de reunión de los líderes mundiales.
Un arranque muy conflictivo
Sin embargo, esta organización del campamento no ha logrado ser pacífica, ya que la presencia de varias patrullas de la policía francesa han provocado, este pasado viernes noche, un episodio de violencia extrema.
Un masivo enfrentamiento entre manifestantes y policías mantenía despierta a la ciudad de Urrugne, que ha finalizado cuando los agentes han disparado al aire para disuadir a los convocados de mantener la trifulca.
Un macrodispositivo sin precedentes
El domingo por la noche tendrá lugar la cena oficial de la cumbre, en la que los líderes internacionales, incluido Pedro Sánchez, disfrutarán de una velada de cooperación internacional junto con sus parejas.
Para que esta velada sea un éxito, 13.000 agentes franceses y 7.000 españoles trabajarán sobre el terreno para frenar a los radicales que se manifiestan en la frontera. (Exigen al Gobierno que detalle el "coste total" del enorme despliegue de seguridad por la cumbre del G7)
Este macrodispositivo de seguridad, con más de 20.000 policías involucrados, no tiene precedentes en envergadura, siendo el más amplio y eficaz que se haya creado hasta ahora, y un ejemplo de colaboración entre países.