Vinicius Júnior ha tenido siempre la losa de no ser un jugador goleador, que vea portería con facilidad, y esa es su gran perdición. Es desequilibrante como pocos, pero al momento de cantar el gol… se emborrona y se le funden los plomos.
Habló sobre ello, por primera vez desde que fichó por el Real Madrid, en la víspera del duelo ante el Atalanta. “El gol es fruto de todo el trabajo que hacemos. El gol nos da la tranquilidad para jugar más veces, para estar mejor, para tener más confianza. El gol es el momento más bonito del fútbol".
"El regate para mí es más fácil que el gol. Tengo las cosas más controladas. Sé que soy muy bueno en el uno contra uno, y que el defensa siempre piensa bastante cuando va a jugar contra mí”.
“Todos los regates que hago ahora en el Real Madrid los hacía antes en la calle. Y sin miedo. Desde São Gonçalo, nunca tuve miedo de hacer las cosas, nunca tuve miedo de encarar un adversario, y eso va a ser siempre así", reiteró Vinicius.
Su lesión ante el Ajax, el peor momento
También recordó el momento en el que se lesionó frente al Ajax, cuando estaba mejor de forma y reconoce que eso le perjudicó y le hizo perder confianza en su fútbol.
"Me quedé dos o tres meses sin jugar, y cuando vuelves a ponerte las botas siempre piensas mucho dónde puedes poner el pie, dónde no puedes ponerlo. Creo que me pasé seis meses dudando siempre. Y cuando hacía frío, me dolía sin hacer nada. Iba a ponerme la bota y me estaba doliendo", matizó.
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