Imposible no reír al ver la respuesta de este perrete cuando se da cuenta de que su dueño le está troleando.
Y es que el humano se encarga de llamarlo diciéndole que tiene su comida favorita en la mano.
El animal demuestra su inocencia y acude sin pensarlo hasta donde está el mismo con cara de gran interés.
Gesto que le cambia por completo cuando ve que en realidad tiene un trozo de brócoli y que le está engañando.
La mascota pilla un gran cabreo y no duda en ladrarle y poner cara de pocos amigos.