Te quedarás alucinando al ver cómo estos felinos despiertan a sus dueños cada mañana.
Y es que al contrario que suele pasar con los humanos, los animales se levantan muy enérgicos y con las pilas cargadas al 100%.
Por lo que lejos de quedarse esperando a que suene el despertador, los gatetes se ponen manos a la obra y realizan varias sutiles y silenciosas técnicas para conseguir su objetivo.
Y aunque alguna que otra vez terminan con un gran susto, lo cierto es que al final lo consiguen y comienzan a jugar con sus dueños.