¿Hay algo mejor que ver a un perro loco de felicidad?
Eso es precisamente lo que muestra el vídeo que os traemos hoy.
La dueña de Murphy regresó a casa después de dos años de servicio.
Al reencontrarse con su perrete, al can le costó reconocerla.
Al principio, después de tan larga espera, Murphy desconfió de lo que veían sus ojos y de lo que escuchaban sus oídos.
Sin embargo, cuando Murphy se acercó un poco más supo que su olfato no podía estar equivocado: era su dueña.
En ese instante, Murphy se volvió completamente loco de felicidad.
“Apuesto a que Murphy no dejará marchar a su dueña nunca más”, comenta uno de los cerca de 6 millones de internautas que han visto el vídeo.
“Esto me ha inspirado. Me voy a divorciar de mi esposa y conseguiré un perro”, escribe otro con sentido del humor.