No hay nada más bonito que despertarse con una suave caricia, o en este caso lametazo, de algún ser querido o animal.
Y es que los gatitos son el mejor despertador de los humanos y en este caso los protagonistas del vídeo muestran cómo se encargan de espabilarles cada mañana.
Con gran sutileza y ternura, estos se acercan hasta la cama y, en vez de llamarles la atención con un maullido, comienzan a toquetearles la cara con la patita de forma muy cuidadosa.
Incluso algunos se encargan del contacto físico y, viendo que no les hacen caso, comienzan a olisquearles y a darles algún que otro lametazo para ver si así consiguen abrir los ojos.