Nuestros amigos de cuatro patas son cariñosos a más no poder.
Por eso, en muchas ocasiones, se ponen celosos cuando sus amos son cariñosos con otros perros, animales o personas.
Un Golden metiéndose en el sofá justo entre su dueño y su pareja.
Un enorme perro subiéndose a la mesa para que su amo le haga carícias al mismo tiempo que se las hace a su conejo.
Un perro mordiendo al peluche al que acaricia su dueño.
Un perro ladrando a los pies de la cama porque su ama mima a un peluche de Garfield.