¡Que el ritmo no pare! Y es que no hay mejor remedio para mover el cuerpo y también subir el ánimo que poner unas cuantas canciones que transmitan buen rollo. Al menos este gatete lo tiene claro, y mientras suena la canción Crazy de Gnarls Barkley no puede evitar moverse a la misma vez que la música.
Sin duda alguna, esta es una clara demostración de que los animales son también unos grandes amantes de la música, y este canino ya ha dado alguna pista del estilo que le gusta.
No podrás parar de reir al ver cómo vive la canción y mueve la cabeza al mismo ritmo de la canción.
Te quedarás fascinado al igual que han hecho las más de dos millones de personas que han visualizado este vídeo al comprobar los efectos que producen algunas canciones en los animales.