A pesar de que la convivencia entre felinos en un principio no es demasiado buena, finalmente estos terminan dándose una oportunidad y haciendo muy buenas migas.
Y es que precisamente esto es lo que les ha pasado a los protagonistas del vídeo.
Después de un día de lo más estresante jugueteando por toda la casa, uno de las mascotas decide darle un masaje de lo más profesional a la otra.
Para ello, tumba al animal en el suelo y se apoya con sus dos patitas delanteras para destensar los músculos y conseguir que entre en un estado de relajación máxima.