La relación que se establece entre los perros y los niños desde bien pequeños es inexplicable, ya que entre ellos se crea un vínculo muy fuerte que nada ni nadie puede romperlo.
Y es que ambos se protegen en todo momento y cuidan del otro para que esté a la perfección en cualquier momento.
En esta ocasión la niña del vídeo, a pesar de su poca edad, detecta rápidamente el daño que los fuegos artificiales pueden causarle a su mascota y actúa de inmediato.
Para ello pone sus pequeñas manitas en las orejas de la mascota para que el ruido no sea tan fuerte y esta no termine corriendo despavorida por el miedo.