No pararás de reír al observar la idea que tiene este gatete cuando descubre que la puerta de la lavadora está abierta.
Y es que el animal ni corto ni perezoso se mete en el tambor y empieza a correr sin parar.
Su otro compañero lo observa desde abajo y en vez de unirse a la fiesta decide seguir con su vida sedentaria mientras este continúa con su labor de ponerse en forma desde el tambor de la lavadora.
Sin duda alguna esta es una gran travesura con la que su dueño se habrá quedado alucinando nada más verla.