No pararás de reír al observar a estos dos perritos intentando resistirse al suculento pollo que su dueño les ha puesto en frente.
Al parecer, el humano les ha ordenado que mientras él no esté no se acerquen a la comida, y a pesar de que es un reto verdaderamente díficil para ellos, finalmente terminan dándole algún que otro lametazo.
¿Y lo mejor de todo? Su cara de disimulo y sus increíbles excusas cuando este los pilla con las manos en la masa.
Este vídeo es sin duda un ejercicio muy divertido que tú también puedes hacer en casa para poner a prueba la lealtad de tus mascotas.