No podrás evitar emocionarte al ver la reacción de Lillie tras ser adoptada y trasladada a su nueva casa. El animal se ha mostrado en todo momento muy nervioso y temeroso por este gran cambio.
Al parecer, los anteriores dueños no lo dejaban entrar en casa, por lo que en un primer momento este se ha quedado en el jardín de la nueva casa y ha evitado entrar a toda costa.
Su nueva propietaria ha tenido que hacer un gran ejercicio de integración y poco a poco se ha ganado la confianza del can y hasta ha conseguido que entre en el hogar.
Una historia muy conmovedora en la que se muestra la debilidad de las mascotas y el temor que pueden llegar a coger a los humanos ante ciertos comportamientos.