Al igual que sucede con los humanos, los animales también necesitan su momento relax para cargar las pilas y seguir con su rutina.
Y este perrete no ha podido elegir mejor entorno para desconectar y entrar en modo zen.
En contacto con la naturaleza, con unas vistas impresionantes y refrescándose en el riachuelo, el animal saca su lengua y muestra su gran sonrisa como símbolo de lo bien que se encuentra en ese momento.
¡Imposible no envidiar el planazo que el can ha escogido!