La adopción de un animal no es siempre de color de rosa desde el primer momento, ya que algunas veces la relación entre la mascota y la persona se suele complicar y se genera un ambiente bastante tenso.
En esta ocasión, la protagonista del vídeo es una felina que se mostraba de lo más temerosa durante sus primeras horas en el nuevo hogar y cualquier movimiento o acción hacía que saliera por patas.
Pero con el paso del tiempo y la constancia de su humana, el animal ha ido cogiendo confianza hasta tal punto que se han convertido en inseparables.