No hay mejor sensación que la de sentirse libre por unos instantes y sentir cómo la brisa del viento se mece en tu cara.
Y es que esto es lo que le ha sucedido al perrete del vídeo, el cual sale a pasear como cada día con su dueño por el barrio.
Pero en esta ocasión, la persona decide soltarlo un momento para ver cómo reacciona.
Por lo que una vez que deja caer la cuerda, la mascota continúa su camino como si nada hubiera pasado y disfruta de la libertad sin mirar para atrás.