Los gatetes de por sí suelen ser unos animales muy curiosos a los que les gusta investigar todo lo que se encuentra a su alrededor.
Pero en concreto, Phin es un felino que se interesa mucho tanto por su comida como por la de sus dueños.
Este no duda en probar los alimentos que los humanos toman y enseñar a sus hermanos a comer de una forma ansiosa.
Y es que, a pesar de la hipoplasia cerebelosa que sufre, el animal se ha adaptado por completo al hogar y ha robado el corazón de sus dueños y de las otras mascotas.