Al igual que pasa con los humanos, cada perro tiene una estrategia debajo de la pata para ligar con otro can y conquistarlo.
Y como suele ocurrir muy a menudo, no siempre estos planes salen bien, por lo que puede que la otra parte esté poco receptiva o simplemente no quiera más relaciones por un tiempo.
Esto es precisamente lo que le ha ocurrido a Max, el cual lo da todo para enamorar a la perrita que se encuentra enfrente y esta termina dándole calabazas.