Una de las mayores ventajas de tener un perro en casa es que aparte de que sea tu más fiel amigo, también te puedes divertir y entretener con diferentes juegos.
En este caso, el humano se ha puesto a jugar con su mascota a adivinar en qué vaso de los dos hay más comida.
Después de mezclarlos bien y que el animal siguiera el movimiento de los mismos con la mirada sin parpadear ni un segundo, este escoge el que cree que es el vaso ganador.
Cuando la persona lo levanta y ve que hay comida, el perrete se pone de lo más contento al saber que es el justo vencedor.
Pero lo bueno llega cuando también levanta el otro vaso y descubre que en él había más comida y más grande aún.
Al pobre animal se le cambia la carita y muestra su tristeza al ver que no ha elegido del todo bien.