Imposible no reír al ver cómo estos humanos aprovechan uno de sus ratos libres para divertirse con su mascota.
Y es que estos preparan un juego de lo más sencillo pero a la misma vez destornillante. Este consiste en poner un caramelo al final del pasillo e ir arrastándose hasta él.
Además, quien primero llegue hasta el premio tiene que comérselo para convertirse en el justo vencedor.
Por lo que mientras que los humanos reptan por el suelo, el can es mucho más inteligente y decide saltar por encima de ellos para llegar sin problema y comérselo para hacerse con la victoria.