Imposible no reír al ver cómo este perro disimula después de que su dueña lo pillara haciendo una trastada.
Y es que el animal estaba sobre dos patas apoyado en la encimera de la cocina y al parecer no estaba tramando nada bueno.
Por lo que su humana ni corta ni perezosa le dice: "Eh, perdona", a lo que el can se asoma para ver qué pasa.
Cuando detecta que lo han pillado con las manos en la masa, este abre los ojos como platos y se desplaza sobre sus dos patas traseras hacia otro lado para hacer como que no ha pasado nada.