Los perros en muchas ocasiones destacan por su gran curiosidad por aprender y observar todo lo que les rodea.
En esta ocasión, el can no duda en subirse a un sillón que se encuentra al lado de la ventana para observar de cerca todos los movimientos que se realizan en el barrio.
Desde quién es el vecino que está en el súper hasta la persona que acaba de aparcar en frente de su casa, el animal se conoce al dedillo todo lo que sucede gracias a su gran labor espiatoria.
No pararás de reía al ver lo cotilla que puede llegar a ser el perrete.