Luis Suárez es uno de los futbolistas más marrulleros y sucios de toda la historia. Lo que hacía en el FC Barcelona, de pura antideportividad, lo sigue haciendo en el Atlético de Madrid y ha demostrado que va en su interior. El uruguayo sigue tirando de tretas y de malas pulgas en el césped.
La última la dejó en el Atlético-Chelsea que se disputó en Bucarest, de la Champions League, con Antonio Rüdiger. Un lance normal en el juego, en el que los dos fueron a por la pelota, y en el que el delantero se enganchó, sin venir a cuento, para hacerle daño al defensor que le perseguía.
Suárez tiró de un pellizco, esta vez, sin necesidad de tener que propinarle un bocado en el brazo como ya hizo en repetidas ocasiones. El ariete del Atlético de Madrid pellizcó a Rüdiger y lo hizo clavándole los dedos en su muslo, una parte dolorosa, para evitar que le siguiese en la jugada.
Luis Suárez, a posteriori, se encaró con Rüdiger en una polémica más. El delantero cogió del cuello al defensor y le quiso propinar un manotazo, nuevamente, sin un castigo que le permita estar lejos del césped un tiempo. Ya lo ha burlado en muchas ocasiones como culé y, ahora, con la camiseta rojiblanca sucede lo mismo.
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El mordisco a Chiellini, lo más guarro
El atacante del Atlético recordó uno de sus episodios más sonados y marrulleros: el del mordisco a Chiellini en el Mundial. Una imagen que dio la vuelta al mundo y que empezó a plantear la pregunta de si es el futbolista más sucio de toda la historia del fútbol.
En el vídeo puedes ver cómo se enganchó con Rüdiger y cómo tiró de malas artes, nuevamente, para que el rival terminase en el suelo.
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