"No existe mal perro, sino mal dueño", escribe uno de los cientos de internautas que han compartido el vídeo de un bebé jugando con dos enormes perros.
La frase no puede ser más acertada.
El bebé, que recién está aprendiendo a caminar, acaricia y mima a dos perros de raza potencialmente peligrosa.
Los perros, relajados, se dejan acariciar y uno de ellos le devuelve el cariño.
Y es que si un perro ha sido bien educado y tratado con cariño, muy difícilmente será un mal perro, independientemente de su raza.
El problema reside en aquellos dueños que maltratan a sus perros o los adiestran para atacar y ser agresivos.
¡Más educación y menos prejuicios!