Los agentes tuvieron que romper el cristal de una puerta para que el animal pudiera salir y respirar al aire libre
Una de las grandes imprudencias que se suele realizar en verano con las mascotas es la de dejarlas en el interior del coche mientras su dueño se encarga de realizar algún que otro recado.
Y es que, aunque en un principio la persona piense que es solo un momento, la tarea se puede alargar finalmente y el animal puede sufrir graves graves consecuencias como soportar altas temperaturas o incluso asfixiarse.
Esto es justo lo que le estaba ocurriendo al can del vídeo, el cual se estaba asfixiando por estar encerrado en un vehículo que marcaba 33 grados.
Tras el aviso de unos ciudadanos a la Guardia Civil, estos procedieron a romper una ventanilla y sacar al animal para que respirara al aire libre y después le ofrecieron agua gracias a la ayuda de las personas que allí se encontraban.