No pararás de reír al ver la misión que lleva a cabo este perro para hacerse con su bien más preciado.
Y es que el animal no puede quitarle el ojo de encima al delicioso plato que hay encima de la mesa.
Por lo que lejos de hacer caso a sus dueños y no acercarse al mismo, este decide darse un capricho sin que nadie se entere.
Para ello se acerca disimuladamente y coge la comida con una gran agilidad para hacer el mínimo ruido.