Imposible no emocionarse al observar cómo el humano llora al pasar los últimos instantes con su perro.
Y es que no hay nada más triste que las despedidas y en esta ocasión el jugador de fútbol americano tiene que decirle adiós para siempre a su mascota.
Por lo que para tener un buen final, este se encarga de alimentarla e intentar aguantar la situación aunque finalmente termina derrumbándose.