El hecho de perder una mascota genera un vacío en el interior irreparable y muy difícil de sobrellevar. Pero el protagonista de este vídeo ha demostrado que muchas veces los milagros ocurren y que después del incansable esfuerzo que ha llevado a cabo, día tras día durante 3 años, al fin se han vuelto a reencontrar.
Con sus ladridos y lametazos, este canino ha dado una lección de amor y lealtad ante su dueño y el mundo entero.
Imposible no emocionarse al escuchar a este perrete llorando mientras abraza y besa a su mejor amigo o la alegría con la que ha reaccionado al encontrarse con toda su familia al completo.