Imposible no morir de amor al ver cómo actúa este perro cuando se da cuenta de que un extraño ha entrado en casa.
Y es que se trata de un instalador, pero el can no se termina de fiar del todo por lo que realiza una de sus técnicas para comprobar si en realidad se trata de un ladrón.
La mascota se encarga de llevarle su objeto más preciado, un hueso de juguete, para ver qué hace con él.
Al ver que finalmente no se lo queda y el hombre sigue realizando su trabajo, el animal se queda más tranquilo aunque no deja de quitarle ojo.